jueves, 30 de julio de 2009

Máscara.


Hay veces que preferimos escondernos, ocultarnos detrás de algo, no importa cuan real o irreal sea, nos sirve como escudo. Cuando uno elige protegerse de alguna forma, es por que algo anda mal, algo se nos va de las manos con el peligro de estallar constantemente. Hay circunstancias, momentos y acciones que se nos escapan, nos parecen imperceptibles a simple vista pero, ¿Qué pasa cuando esas acciones o momentos se nos vuelven en contra y parecen atacarnos? Nos ocultamos, buscamos un escondite de ése monstruo que nos aterra, ése monstruo que nosotros mismos engendramos y que no sabemos como controlar. Pero esconderse no sirve, sólo nos hace más cobardes.
Es por eso que nos escondemos, ése monstruo que nos aterra, que nos rodea para luego saborearnos. Parece tan simple puesto así.. ése monstruo tan aterrador, somos nosotros mismos.. ésa cita pendiente a la que faltamos siempre, simplemente por el miedo a vernos tal cual somos.

La verdad

Cuando sabés la verdad podés elegir qué hacer con ella, podés negarla o podés aceptarla. Buscamos desesperadamente la verdad, ésa misma verdad que nos da miedo escuchar. Si negás la verdad va a ser tu responsabilidad cuando te explote en las manos. La verdad libera porque uno es dueño de hacer con ella lo que quiera, incluso negarla, pero yo no niego la verdad, es como un juego de mesa: si uno no pone un tiempo de juego, es aburrido; por eso la vida es divertida, porque no dura para siempre. Podes vivir negándolo, pero lo único que vas a ganar es desperdiciar tu tiempo, tu vida. Ya está, ya sabés la verdad, ahora no hay nada que ocultar. La salida al peligro está en el peligro mismo. Ya sabemos la verdad, ahora podemos llorar, o podemos conservar la alegría.
La verdad nos interpela, nos pregunta, nos arrincona y muchas veces no hay respuesta.
La verdad a veces no da certezas, si no algo mucho más peligroso, dudas.
La verdad asusta.
La verdad despierta, sacude y paraliza.
La verdad desnuda, incomoda.
La verdad libera y confunde.
Pero la verdad también nos da la fuerza para afrontarla con alegría.
La verdad es como el sol en la cara en una tarde de invierno, es un carnaval en la nieve.
La verdad aveces duele, pero sin lugar a dudas la verdad fué, es y será la fiesta de todos.

Culpable.

Dejarte no fué fácil, para que hoy vuelvas a mí con cara de inocente y esa voz de "yo no fuí". Mirá que adentro mio hay un deseo de venganza, de hacer pagar tus culpas y dejarte sin fianza. Pensar que ya no puedo ni adorarte como antes, porque estoy ocupada en culparte. Quisiera encerrarte y no dejarte salir más, mostrarle a los demás el dolor que me causas. Culpable, sos el único culpable. Yo te acuso y te maldigo, te destierro de mi alma y mi corazón. Voy a crucificarte, y a quitarte la razón; ponerte, frente a frente, con toda la procesión. Toda esa gente muda que no tiene corazón, hoy para mi estas muerto, muerto en vida y sin mi amor. Quemandome en silencio entre el odio y el rencor, fuí abriendote una causa de mil hojas de dolor; pasé noches enteras preparando mi venganza, y ahora es el momento de tomarme la revancha.
(..carga tu cruz, lleva el dolor. Hasta el final, muerde el rencor.)

martes, 14 de julio de 2009

Cási un sueño.

¿Qué nudo puedo atar para enredarte?
¿Cuál es el hilo que nos une?
¿Cuál es mi suerte para amarte?
¿Qué más hará falta sentir para tenerte?
¿Qué debo decidir para no verte?
¿Cuál es tú abrazo el que me espera?
Y, ¿cuál me aleja de tú mente?
(Casi un sueño, casi un ángel.
Casi cielo, casi infierno.
Siento ganas, tengo miedo.
Tengo frío y tengo fuego: y es por vos)
¿Qué día llegará mi amor para encontrarte?
¿Qué luna hoy saldrá para guiarme?
¿Cuál es el tiempo nunca llega?
(Tal vez me pierda al mirarte..)
¿Qué más hará falta sentir para tenerte?
¿Qué debo decidir para no verte?
¿Cuál es tú abrazo el que me espera?
Y, ¿cuál me aleja de tú mente?

Demasiado.

Hay un ángel,
un demonio..
Y en el medio estás VOS.Tamaño de fuente

lunes, 13 de julio de 2009

Boumerang (..lo que va, vuelve)

Todo lo que va, vuelve. Es una ley universal. No quiere decir que haya que dar, especulando con recibir a cambio. La vida es sabia. Te da justo lo que das. Si das especulación, te devuelve especulación. Si das mentira, vas a ser engañada, ¿no ves? a veces uno dice: ¿Qué hice para merecer esto? Y la ve verdad, a veces uno a veces no hace nada. La vida no siempre es justa. Pero a la que te toco, si uno reacciona con enojo, la vida te da enojo. Si te falta amor, tenés que dar amor. Si te falta ternura, tenés que dar ternura. Dicen que hay que poner la otra mejilla, hay, ¡ Que Dios me perdone !, pero yo digo que no. Si alguien te da una bofetada, no hay que poner la otra mejilla, hay que hacerle una caricia. Esa es la verdad más universal de la vida. La vida es como un eco, como un espejo, nos devuelve lo que damos.

Me voy a sentir.

Hoy aprendo a descubrirme, a saber quién soy. Siempre seré absurda, siempre contradictoria: la hija divertida pero problemática de mis viejos, la hermana canchera, la novia obsesiva, la paqueta superficial, la amiga incondicional, la amante traidora, la virgen santísima, la puta reventada, la concertista de piano, la aprendiz de guitarra. Juego con mis papeles: me analizo con un psicólogo que siento más como un amigo, veo películas incansablemente, me siento sola en el cine. Juego a sentirme alegre con mis primos, a tener dolor de panza de tanto reírme, a sentirme diva, gorda, triste, miserable, usada, enérgica. A sentirme útil escribiendo, a sentirme inútil cuando me releo, a reírme cuando me decís que te gusta que llore, a maldecirme porque sé que estás enfermo, a odiarme porque me encanta que lo estés. A amarte cuando no te soporto, a odiarte cuando te pareces a mí, a amarme cuando me parezco a vos, a que me cueste respirar cuando te escucho. Me voy. A eso: a sentir.

Si volves


Hoy me pregunto cómo hubiese sido todo; si vos seguirías acá, si me extrañaras,
si todavía me quisieras. Es difícil pensar que quizás todo terminó bastante mal;
muchas cosas quedaron por decir, pero ahora ya no tienen sentido ni lugar.
Tu pelo, tus manos, tus ojos y caricias, todo es difícil de olvidar, difícil pero
no imposible. Ya sé que estás lejos, y también sé que ya ni siquiera te siento,
ni cerca ni lejos.. no te siento.
Pero si volves.. yo no sé que haría si volves.

Marcas.

Hay veces que preferiría no escuchar tu voz en el preciso instante en que cierro los ojos. Resulta incluso molesto. Pero cada vez que me encierro en mi mundo, inevitablemente te haces presente. Sin invitación y sin avisar. Hay veces que preferiría haberte dado mucho menos. Mucho menos. ¡Es tan triste suponer que perdí el tiempo a tu lado! Aunque perder el tiempo sea tan relativo. ¿Se pierde el tiempo? Puesto en esas palabras parece algo que se posee, cuando sé, (¡claro que lo sé!) que es intangible. Hay veces que preferiría que no haya ni canciones ni palabras que te traigan a mi cabeza. Es más, podría decirte que llegan a desacomodar mi equilibrio. Equilibrio hecho a fuerza de golpes, pero equilibrio al fin. No por nada es el que hoy me está manteniendo en pie. Pero no. Resulta que reincidís y me doy cuenta que estoy hecha de recuerdos, que se clavan en mí y destilan veneno. Recuerdos que son tan inevitables como dolorosos, que no logran abandonarme. Si tuviese que pedir un deseo, pediría que no hubieses siquiera existido. Porque lo que existe, deja una marca, por imperceptible que parezca. Y lo que marca, no se borra más.

Ya no siento.










¿Qué es normal? Amarte tanto y sin explicaciones, sin silencios. Con esta tristeza profunda e interminable. Eterna, siempreviva. Una melancolía inmortal hasta en
los momentos de júbilo. Tristeza que no me abandona, que me ahorca, que me ahoga y aún así no me mata. Quererte tanto hasta volverme loca, perder identidad para cumplir tus deseos, llenarme de tus peticiones y deseando profundamente que el sentimiento desaparezca. Mirándome inexistente cuando por fin la melancolía se va. Rogando que vuelva la tristeza: quiero por lo menos sentir algo. Y algo incluye dolor. Peor que sentirse mal es no sentirse. Y ya no siento..

El hombre que amo.

Inevitablemente tengo que odiarlo. Lo culpo de mi soledad, de mi miedo a las personas, de mi desconfianza en general, de mi despecho. Durante años mi entorno se sigue preguntando qué tanto hizo él y cuánto me corresponde a mí. Es un porcentaje que nunca pude resolver: no me dan las cuentas. Que tuvo un impacto estruendoso en mí, eso es sabido; también que me hizo llegar a extremos incalculables e imposibles. Pero que se regodeaba en mi desgracia, eso no se sabe; que me obligaba a jugar un juego macabro tampoco. Sus maldades son tan sutiles que me es casi imposible explicarlas, deletrearlas, exponerlas. Él es eso: indescriptible. Porque si uno lo ve por la calle, no se da cuenta de nada. Un tipo común, que no llama la atención, que no tiene nada atractivo o alarmante. Es, a simple vista, un hombre cualquiera. Pero ¡pobre de aquel que se atreva a cruzar el umbral de su apacibilidad! (..De nuevo, es solo mi punto de vista.) Quizás lo conocen, lo hayan visto y hasta hablado con él. Un ser perverso, un estafador de la mente.. El hombre que amo.

domingo, 12 de julio de 2009

Riesgos.

Reir es arriesgarse a parecer tonto. Llorar es arriesgarse a parecer sentimental. Pretender a alguien es arriesgarse a comprometerse. Expresar sentimientos es arriesgarse a ser rechazado. Exponer tus sueños frente a las multitudes es arriesgarse a hacer el ridículo. Amar es arriesgarse a no ser correspondido. Adelantarse en presencia de adversidades es arriesgarse a fallar. Vivir es arriesgarse a morir. En toda esperanza existe el riesgo del desespero. En todo intento el riesgo de fracasar. Pero los riesgos deben ser tomados, porque el más grande de los peligros en la vida es el no arriesgarse a nada. La persona que no arriesga nada, no hace nada, no tiene nada, nada es. Tal vez evita el sufrir y el penar, pero a fin de cuentas no puede aprender, sentir, cambiar, crecer o amar. Es un esclavo encadenado por sus incertidumbres. Solo la persona que toma riesgos es libre pero cuando uno no sabe decidir entre una cosa y la otra es porque tiene miedo de cometer un error al elegir. Cuando uno no esta seguro de lo que va a hacer es porque no lo siente con el corazón, o no lo escucha. Hay que dejar de escuchar lo que dicen los demás y concentrarse en lo que piensa uno, en lo que piensa el corazón. No te dejes llevar por los demás. No tengas miedo del que dirán. Solo sé vos, solo sé feliz.

Estoy "bien".














Hoy me preguntaste "¿Cómo estás?" y te contestá "Bien"
para no desencadenar varios "¿Por qué?", seguidos de
varios y uno más "Por nada", pero la verdad que no
estoy nada bien y paso a explicar porqué. Estoy muy rara,
una vez que tengo todo en "orden" y llego a lo que
para mí es un ideal de felicidad (aunque como siempre
es un simple éxtasis que se goza y se esfuma como
la espuma), justo en ése momento, mi cabeza desbarata
todos los planes de mi corazón y saca piezas
fundamentales que sostenían la base, por ende,
todo lo que había formado se derrumba. Será que hoy
me levanté más temprano de lo usual y a la tarde no
pude descansar porque me ví con lo que hoy es la
mayor causa de mis problemas y de mi felicidad
(karma , yin-yang ... llamalo como quieras , pero rige
mi vida siempre), será que hoy me fué mal en todo
lo que me dispuse a hacer, será que me cuesta
tanto confiar , será que todo el mundo hoy estaba
de mal humor o sera que yo estaba de mal humor y
contagiaba al resto o simplemente mi mal humor los hacia
ver mal ante mis ojos, será que nada me sale bien,
será que no soy tan bueno como me creo, será que
no tenia ganas de una discución sin sentido..
Será por eso que hoy te conteste "Bien",
cuando en realidad no lo estaba.

Espinas.

Ando con unas ganas locas de volverte a cantar, mientras mis labios seducidos por un vaso de vino que invita a jugar. Malhumorada por la lluvia y de mi casa no puedo salir, será que el tiempo sabe muy bien que ya no puedo seguir así. Tengo la cabeza en mil pedazos y no pienso aflojar hasta que no encuentre una respuesta a esta herida macabra. El viento me ha dicho que el tiempo me ayudará a elevar el barrilete que por el piso se encuentra porque mis ojos transpiran de pena y dolor. Borracha de ilusiones, persigo una idea y me tomo a fondo blanco mi propia conciencia. Navegando por un mar donde no hay ningún pez, donde el mejor pescador, es aquel que tiene fe.