jueves, 5 de marzo de 2009

Eso es lo que soy.



Dijo no saber nada de mí, no recordaba mi nombre y (mucho menos) recordar mi imagen. Se había olvidado, al fin lo había logrado; eso que tanto juró no hacer, por fin lo había conseguido. Más de una vez me pregunté como sería la vida sin él, como sería verlo y no correr para abrazarlo, para sentirlo, para rozarlo y hacerlo inolvidable como cada encuentro. Esta vez fue bastante simple: Un saludo incoherente e insensible, sin ningún tipo de roce especial y un sonido bastante desagradable. Pero no sólo eso ocurrió: en ese momento sentí un temblor en mi interior, no lograba comprender el porqué.. rápidamente mis ojos se llenaron de lágrimas y el pulso no se mantenía firme. Entonces lo comprobé: no lo había olvidado, apenas lo estaba empezando a superar, el era el hombre de mi vida; verlo ese día resultó ser un completo error. Necesitaba tiempo, pero para ese entonces, el tiempo ya no existía. El se robó mi tiempo, el logró detener todo mi entorno. Gracias a eso hoy no existo, sólo soy una imagen; un cuerpo sin rumbo fijo que finge tener ideas maduras y estar rodeada de amigos. Eso es lo que soy: UNA FARSA.

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