Jacob.
Jacob, aquél que siempre me dice adiós, una y otra vez, pero que seguía acudiendo cuando le necesitaba. Jacob, a quién había herido tantas veces que debería juzgarme por criminal. ¿Es que iba a considerar siquiera el hacerle daño de nuevo, de la peor manera posible? Él se había quedado conmigo a pesar de todo. Y lo único que me había pedido es que yo hiciera lo mismo.
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