lunes, 21 de febrero de 2011
No me regalen mas libros por que no los leo, lo que he aprendido es porque lo veo. Mientras más pasan los años me contradigo cuando pienso: el tiempo no me mueve, yo me muevo con el tiempo. Soy las ganas de vivir, las ganas de cruzar. Las ganas de conocer lo que hay después del mar. Yo espero que mi boca nunca se calle, también espero que las turbinas de este avión nunca me fallen. No tengo todo calculado, ni mi vida resuelta: sólo tengo una sonrisa y espero una de vuelta. Yo confío en el destino y en la marejada. Yo no creo en la iglesia, pero creo en tu mirada. Tu eres el sol en mi cara cuando me levanta. Yo soy la vida que ya tengo, tu eres la vida que me falta. Así que agarra tu maleta, el bulto, los motetes, el equipaje, tu valija, a mochila con todos tus juguetes, y dame la mano y vamos a darle la vuelta al mundo. La renta, el sueldo, el trabajo en la oficina, lo cambie por las estrellas y por huertos de harina. Me escape de la rutina, para pilotear mi viaje por que el cubo en el que vivía se convirtió en paisaje. Yo era un objeto esperando a ser ceniza. Un día decidí hacerle caso a la brisa, a irme resbalando detrás de tu camisa. No me convenció nadie, me convenció tu sonrisa. Y me fui tras de ti persiguiendo mi instinto, si quieres cambio verdadero, pues camina distinto. Voy a escaparme hasta la constelación más cercana. La suerte es mi oxigeno, tus ojos son mi ventana. Quiero correr por siete lagos en un mismo día, sentir encima de mis muslos el clima de tus nalgas frías, llegar al tope de la sierra, abrazarme con las nubes, sumergirme bajo el agua y ver como las burbujas suben. Dame la mano y vamos a darle la vuelta al mundo, darle la vuelta al mundo, darle la vuelta al mundo..
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