Sin saber que regalarte, sin la gracia que pensabas.
Sin los trenes que te dije, y sin, (sí, ya sé), mucho
esmero en la batalla...
Sé que sólo soy la sombra del bostezo
de un príncipe azul, pero todos mis desastres
andan cortos de salud. Y si soy primo lejano de lo que
te prometía ser, vos sabés tampoco el mundo
hace las cosas demasiado bien..
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