jueves, 14 de mayo de 2009

Bendito infierno.

Si su mirada fueran dos pistolas, yo no contaría el cuento. Es que él hace sangrar a los espejos.. Te estoy hablando del más principe de todos; si lo cruzás, tu cuello vale una limosna porque vas a quedarte sin hígado y sin dignidad. Va a masticarse tus secretos, vas a ser el viudo de tus sueños y él va a decirte: "Puedo mostrarte mi vida, pero no la mires mucho. No es que no tenga corazón, es que hace rato no lo uso" "Puedo subirte a mi viaje, pero no te quedes mucho, No es que no use el corazón, es que hace rato no lo escucho." Desde que cuelga en casa sus trajes, mis noches no tienen cura; me habla en otro idioma su hermosura. Voy a ser clara: es el bendito infierno en persona. Si lo besas, prendele velas a tu sombra porque todos los trenes del mundo te van a llevar hasta la puerta de sus labios. Como liebres pasarán los años y él no va a abrirte. "Puedo meterte en mi cama, pero no te abrigues mucho. No es que no tenga corazón, es que hace rato no lo uso" "Puedo subirte a mi viaje, pero no te quedes mucho. No es que no use el corazón, es que hace rato no lo escucho" "Puedo quererte el domingo, pero no me creas mucho. No es que no tenga corazón, es que hace rato no lo escucho" "Puedo subirte a mi viaje, pero no te quedes mucho. No es que no use el corazón, es que hace siglos no lo lustro."

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