Creemos que es inútil intentar las cosas una y otra vez, pensamos que así quizás sea mejor. Intentar.. ¿Intentar? Cuando las cosas salen mal una y otra vez, ya no pensamos en una segunda oportunidad; cuando bajamos los brazos, más de una vez no nos creemos capaces de volver a levantarnos. Esa desilusión que te llevas de vos mismo, esa que se siente todavía peor cuando arriesgaste cosas muy importante, casi esenciales. La desilusión a perder, a que te lastimen.. a que pierdas y a que te pierdan. Uno no siempre tiene la culpa de todo lo que pasa, pero por alguna razón, creemos que todo es culpa nuestra. Alejarnos, aislarnos, perdernos hasta de nosotros mismos.. siempre van a ser las opciones que primero aparecen. Perder, perderme, perderte.. una vez más sé que estoy vencida; la cabeza venció al corazón y actuó sin pensar las consecuencias.. ¡ Ésa maldita costumbre de meterte en donde nadie te llama ! (..Arriesgar y perder de una sola vez.)
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