sábado, 14 de agosto de 2010

















Allá voy, contra viento y marea. Otra vez, una misma pelea. Ni siquiera sé si vale la pena, pero tengo ganas de probar si la suerte me va a acompañar de una puta vez, o si es un mito más. Acá estoy, me agarrás despeinado. Estos son mis tesoros guardados: Una flor, un buen vino picado, un saquito de té que esta usado, un impuesto de amor del que siempre estuve exento hasta hoy. Y aunque sé, que puedo estar sin vos, ¿Cómo hacer, que pueda estar sin vos? Me perdí, creo que andaba pensando. Me encontré, por algún lado dudando si es por mí, si las vivo cagando; si me voy al vestuario, o si le tiro un caño a esta soledad, que pone la gamba fuerte y me puede quebrar. No me vi, me tomé por sorpresa. Arranqué, y bajé la cabeza. Manejaba un triciclo prestado, me la puse contra una pared. Y ahora tengo un pedal en la mano, el manubrio quebrado, me lastimé. Y aunque sé, que puedo estar sin vos, ¿Cómo hacer, que pueda estar sin vos? Corazón, que es tan fácil quererte. Con o sin razón, no me animo a perderte. Si tu boca respira cerveza, si tu metro cincuenta y monedas desnudo sobre el colchón, es poesía en carne viva, es esta canción. Y aunque sé, que puedo estar sin vos, ¿Cómo hacer, que quiera estar sin vos? Y aunque sé, que puedo estar sin vos. ¿Cómo hacer, que quiera... Cómo hacer, que quiera estar sin vos?
(..Corazón, es tan fácil quererte.)

No hay comentarios:

Publicar un comentario