Inevitablemente tengo que odiarlo. Lo culpo de mi soledad, de mi miedo a las personas, de mi desconfianza en general, de mi despecho. Durante años mi entorno se sigue preguntando qué tanto hizo él y cuánto me corresponde a mí. Es un porcentaje que nunca pude resolver: no me dan las cuentas. Que tuvo un impacto estruendoso en mí, eso es sabido; también que me hizo llegar a extremos incalculables e imposibles. Pero que se regodeaba en mi desgracia, eso no se sabe; que me obligaba a jugar un juego macabro tampoco. Sus maldades son tan sutiles que me es casi imposible explicarlas, deletrearlas, exponerlas. Él es eso: indescriptible. Porque si uno lo ve por la calle, no se da cuenta de nada. Un tipo común, que no llama la atención, que no tiene nada atractivo o alarmante. Es, a simple vista, un hombre cualquiera. Pero ¡pobre de aquel que se atreva a cruzar el umbral de su apacibilidad! (..De nuevo, es solo mi punto de vista.) Quizás lo conocen, lo hayan visto y hasta hablado con él. Un ser perverso, un estafador de la mente.. El hombre que amo.
lunes, 13 de julio de 2009
El hombre que amo.
Inevitablemente tengo que odiarlo. Lo culpo de mi soledad, de mi miedo a las personas, de mi desconfianza en general, de mi despecho. Durante años mi entorno se sigue preguntando qué tanto hizo él y cuánto me corresponde a mí. Es un porcentaje que nunca pude resolver: no me dan las cuentas. Que tuvo un impacto estruendoso en mí, eso es sabido; también que me hizo llegar a extremos incalculables e imposibles. Pero que se regodeaba en mi desgracia, eso no se sabe; que me obligaba a jugar un juego macabro tampoco. Sus maldades son tan sutiles que me es casi imposible explicarlas, deletrearlas, exponerlas. Él es eso: indescriptible. Porque si uno lo ve por la calle, no se da cuenta de nada. Un tipo común, que no llama la atención, que no tiene nada atractivo o alarmante. Es, a simple vista, un hombre cualquiera. Pero ¡pobre de aquel que se atreva a cruzar el umbral de su apacibilidad! (..De nuevo, es solo mi punto de vista.) Quizás lo conocen, lo hayan visto y hasta hablado con él. Un ser perverso, un estafador de la mente.. El hombre que amo.
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