domingo, 12 de julio de 2009

Espinas.

Ando con unas ganas locas de volverte a cantar, mientras mis labios seducidos por un vaso de vino que invita a jugar. Malhumorada por la lluvia y de mi casa no puedo salir, será que el tiempo sabe muy bien que ya no puedo seguir así. Tengo la cabeza en mil pedazos y no pienso aflojar hasta que no encuentre una respuesta a esta herida macabra. El viento me ha dicho que el tiempo me ayudará a elevar el barrilete que por el piso se encuentra porque mis ojos transpiran de pena y dolor. Borracha de ilusiones, persigo una idea y me tomo a fondo blanco mi propia conciencia. Navegando por un mar donde no hay ningún pez, donde el mejor pescador, es aquel que tiene fe.

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