lunes, 18 de enero de 2010

Mala.

Estás mintiendo y no te achicas, es algo que te funciona bien. Yo a ti te pienso, tú no me extrañas; hay algo en ti de misterio y es que yo te espero, y tú te largas. No hay nada que te de miedo, amor, siempre vas un poco más allá. Te ríes y te mueves, yo no me extiendo ni te retengo: te doy tu tiempo, yo soy cordial. Tú te me escurres, te me diluyes y te disuelves con facilidad. Frente al espejo yo me pregunto: ¿Qué demonios es lo que querrá? Y yo sé que todo te da igual, mala. Eres imparable. Y te abrazo y tu a mí me arañas. Eres insaciable. Te beso mala, mala, mala. Sé que me engañas, de todos modos, no te dejo por nada, y te quiero incluso un poco más, mala. Tú que contabas que has roto corazones a los más guapos del lugar y presumías que jugabas con sus almas, y luego las quemabas. Yo no comprendo, vienes corriendo, me juras amor pero luego te vas.. y me dejas queriéndote más, mala. Eres inflamable: Me quemas y me pones agua. Incontrolable. Este deseo mala, mala. Eres indomable. ¡ Tu boca no hay quien la pare ! Comes manzanas envenenadas y no te puedo dejar, y te quiero incluso un poco más.. mala. Llevas tus cicatrices como pinturas de guerra, guerra. Tu que decías que jugabas con todos los corazones y luego los quemabas. Mala, mala, mala…

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