martes, 2 de marzo de 2010

Éso mismo.




Te pesqué mirando el horizonte, ahí se van, las nubes como cebras, corriendo como locas, escapan de tus ojos… que piensan y piensan. Al final el clima estuvo lindo, despejado, como nuestras distancias, cercanas, sin movimientos falsos, cercanas. Aunque no quiera aceptarlo, me parece que sucede. Estoy a punto de decirlo, la palabra me enmudece. No hay necesidad, la estancia suena bien,
la tarde nos mojó, ya no fuimos los mismos.

(..El coraje del cielo por repetirse y no ser siempre igual.)


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